She-cession, la recesión de las mujeres
Incluir una perspectiva de género tanto en el emprendimiento, como en todos los aspectos de nuestras vidas, no es solo un problema urgente a nivel moral y social, sino también un desafío económico crítico. Todos sabemos a estas alturas que, si solucionáramos el cien por ciento de los problemas de paridad de género, es decir, igualar la participación de mujeres y hombres en la fuerza laboral, su combinación de sectores y la combinación de trabajos de tiempo completo, podríamos ver un aumento global anual en el PIB del tamaño de China o incluso de los Estados Unidos.
No es sorprendente para nadie que a pesar de que las mujeres juegan un papel fundamental en la cadena de valor global, la pandemia de COVID-19 las afectó más. Esta crisis ha tenido un efecto regresivo en la igualdad de género y las mujeres tienen un 47% más de probabilidades de perder o renunciar a sus trabajos para asumir más responsabilidades domésticas y de cuidado de niños que los hombres. En promedio, en todo el mundo, las mujeres dedicaban 4 horas y 22 minutos al día de trabajo no remunerado, en comparación con solo 2 horas y 15 minutos para los hombres. COVID-19 abrió aún más esta brecha y ahora las mujeres pasan 15 horas adicionales en trabajo no remunerado cada semana, lo que reduce sustancialmente su participación en la fuerza laboral. A medida que más mujeres recurren al emprendimiento como su única opción para salir adelante en un mercado laboral hostil, debemos abordar la manera en la que reciben apoyo al emprender.
La estructura de un ecosistema de emprendimiento dominado por hombres
Al ver los efectos de la regresión directamente relacionados al emprendimiento, seguimos viendo el mismo patrón con mayores tasas de cierre en las pequeñas y medianas empresas dirigidas por mujeres. Esto se correlaciona con el hecho de que las mujeres tienen un tercio más de probabilidades de trabajar en un sector que fue cerrado durante el confinamiento o que tiene una menor productividad, como hospitalidad, belleza, arte y cultura, venta minorista o asistencia social.
Además de eso y a pesar de que Latinoamérica y el Caribe es la región con mayor porcentaje de emprendimientos femeninos, estadísticamente las empresas lideradas por mujeres reciben menos apoyo financiero, lo que las hace más propensas a sufrir un impacto económico y ser menos capaces de pivotar ante una crisis. Si y al momento de levantar una ronda de inversión, tienden a recaudar sumas de dinero más bajas de lo que reciben los hombres en cada etapa.
Tan solo el 1% de las mujeres emprendedoras en Latinoamérica tienen acceso a inversores ángeles, capital semilla y fondos de capital de riesgo, las tres fuentes principales de financiamiento que pueden permitir que sus ideas se conviertan en realidad. En contraste un 7% de hombres consiguen este tipo de capital.
Un ejemplo claro de esto es México, en donde los “simples” requisitos que el 89% de los fondos gubernamentales para apoyo a PyMEs y de fondos de inversión privada para el emprendimiento solicitan como: el acta constitutiva y registro legal de la empresa, o dejar como garantía algún inmueble o bien de alto valor para que cubra económicamente el monto del financiamiento, son una gran limitante, teniendo en cuenta que 60% de las mujeres emprendedoras en el país operan bajo la informalidad y que solo 3 de cada 10 mujeres de todo el país cuentan con una propiedad o bien de alto valor -derivado de la enorme brecha salarial-, el 70% de los emprendimientos liderados por mujeres son rechazadas para recibir estas rondas de financiamiento de capital de riesgo.
En el resto de los países de Latinoamérica la situación es bastante similar, la percepción de los inversionistas de Capital de Riesgo sobre las mujeres sigue siendo una barrera a pesar de que estudios demuestran que estadísticamente tienen una probabilidad de impago un 54% menor que los hombres.
La raíz del problema del acceso para mujeres fundadoras
Otro ejemplo de esto es Chile, uno de los países con mayor tasa de emprendimiento femenino en Latinoamérica (38.6%), cifra que es alentadora con respecto a años anteriores y al resto de países en la región. Podríamos pensar que al ser uno de los mercados de mayor crecimiento para las mujeres los estímulos económicos tanto de gobierno, como de capital privado han ayudado a que esto suceda. Sin embargo, el limitado acceso a estos financiamientos de Capital de Riesgo sigue siendo un enorme reto para ellas, ya que, 60.5% de las emprendedoras han financiado sus empresas con recursos propios, ya sea con ahorros o incluso las liquidaciones que han recibido al momento de perder sus empleos durante la pandemia (Capital social).
Encontramos algo parecido en Ecuador, donde la participación de mujeres dentro del emprendimiento es apenas 4% menor en comparación con los emprendimientos creados por hombres, pero de acuerdo con la encuesta Global Entrepreneurship 2019, 64% de ellas no cuenta con los recursos financieros necesarios para hacer crecer su negocio y el 53% no puede financiar su negocio a largo plazo derivado de la falta de inversión a emprendimientos liderados por mujeres en este país.
Este es un fenómeno global, independientemente del país o de la situación socioeconómica y debe abordarse como tal.
No solo mujeres, sino un grupo diverso de mujeres
Cabe recalcar que la poca disponibilidad de fuentes de información sobre temas de emprendimiento con enfoque de género, es un reflejo de muchas situaciones a las cuales se deben enfrentar las mujeres emprendedoras, como la poca consideración de distintos grupos de mujeres y su participación dentro de las actividades productivas.
El panorama es aún peor si echamos un vistazo al tipo de apoyos de inversión dentro de la diversidad, donde tan solo el 10% de los fondos de inversión de impacto para todo Latinoamérica, apoya a empresas lideradas por mujeres y solo el 5% de las apoya a través de los fondos de capital según IFC World Bank Group.
Grupos específicos, como el de mujeres rurales que supera los 58 millones, representando el 9.72% de la población total de Latinoamérica, padece una doble marginación: por ser mujeres y por estar en zonas rurales. Más del 58% de las mujeres en zonas rurales en Latinoamérica trabaja por cuenta propia, principalmente en agricultura, ganadería y comercio, pero tan solo 20% de estas mujeres son propietarias de tierras, una limitante para adquirir créditos que ayuden a estas emprendedoras a invertir, hacer escalable su negocio y tener acceso a nuevas oportunidades económicas.
En los Estados Unidos, menos del 1% del financiamiento de capital de riesgo se ha destinado a fundadoras de raza negra y latinas, el porcentaje de financiamiento para mujeres rurales o indígenas, aún se desconoce, a pesar de haber distintas organizaciones en toda la región que han generado fondos de inversión para ellas.
El hecho de que las mujeres emprendedoras reciban menos acuerdos tiene mucho que ver con el tipo de inversores que las respaldan, generalmente el gobierno, las Family Offices o mediante crowdfunding, que generalmente invierten sumas más pequeñas que las empresas de capital de riesgo. Pero incluso cuando analizamos las inversiones de capital de riesgo a nivel mundial, solo el 6% del capital se destina a equipos dirigidos por mujeres.
La realidad es que las empresas lideradas por mujeres atraen más inversiones en etapas posteriores, una vez que tienen un historial de ingresos e impacto. La evidencia muestra que hay una mayor aversión al riesgo por parte de los inversores cuando de empresas dirigidas por mujeres se refiere, por lo que tratar de acceder a fondos en una etapa temprana como mujer fundadora es básicamente una misión imposible.
La brecha comienza con el Capital de Riesgo (Venture Capital)
Cuando analizamos el porcentaje de mujeres socias en Venture Capital (Capitales de Riesgo), sólo el 9% de los socios generales en las principales empresas de capital de riesgo de Estados Unidos son mujeres. Varía en todo el mundo con un alto 23% en San Francisco, 19% en Nueva York, mientras que encontramos un 1% de representación de mujeres en la Ciudad de México o un 2% en Berlín y Tel Aviv según el directorio Women in VC´s. El promedio a nivel mundial se encuentra en un bajo 10%.
De acuerdo con una investigación sobre el ecosistema de Capital de Riesgo de Estados Unidos, las empresas de inversión con mujeres socias tienen más del doble de probabilidades de invertir en empresas dirigidas por mujeres y más del triple de probabilidades de invertir en empresas con CEOs mujeres.
Esta es solo la punta del iceberg. Los desafíos que enfrenta el ecosistema de emprendimiento se replican en todos los países con inversión pública y privada y en todas las etapas del emprendimiento afectando a todas las mujeres, siendo los mayores desafíos la brecha de género en el Capital de Riesgo, el acceso al apoyo en áreas de mayor productividad de la innovación y el acceso a financiamiento en etapas iniciales.
No se trata de tener solamente una perspectiva de género en emprendimiento, sino de hacerlo con interseccionalidad. No se trata solamente de incluir a las mujeres dentro del ecosistema emprendedor, sino de incluir diversos grupos de mujeres de todo tipo de orígenes y realidades, no solo las que provienen de instituciones de educación superior de élite.
El hecho de que las startups respaldadas por Capital de Riesgo sigan siendo significativamente de hombres (89,3%), personas blancas (71,6%), con sede en Silicon Valley (35,3%) y educadas en alguna Universidad Ivy (13,7%) habla de la realidad que las mujeres fundadoras enfrentan cuando deciden perseguir el emprendimiento como una forma de ser financieramente independientes y una palanca de crecimiento para nuestras economías y sociedades.
En pocas palabras: una comunidad de emprendedores más equilibrada no aparece por arte de magia.
Entonces, ¿cómo podemos mejorar como organizaciones que apoyamos al emprendimiento para abordar todo lo anterior?
Disclaimer: Nosotros, en Bridge for Billions, aún estamos aprendiendo. Creemos que hemos recorrido un largo camino apoyando a un 46% de mujeres fundadoras en comparación con aproximadamente el 20% que la mayoría de organizaciones de apoyo al emprendimiento logran, por lo que queremos compartir nuestros aprendizajes para democratizar verdaderamente el acceso al apoyo emprendedor en todo el mundo.
Ahondemos en traer una perspectiva de género al frente de nuestras agendas y operaciones investigando cómo manejamos las cosas internamente, externamente y cuando se trata del uso de nuestra tecnología contra los prejuicios más comunes.
Diseño del programa
El equipo: La diversidad de género entre el equipo mejora la capacidad de una organización para comunicar, atraer y estructurar el programa para mujeres emprendedoras.
- Nuestro proceso de contratación es minucioso. Nos aseguramos de centrarnos en las habilidades en lugar del género y, aunque encontrar el conjunto correcto de habilidades duras es clave, priorizamos la parte del propósito. De un conjunto de 3 entrevistas, una se centra exclusivamente en el propósito. Contratar personas que quieran cambiar el status quo es clave para lograrlo.
- Somos intencionales en nuestra lucha por la igualdad de género. Aunque ser intencional no siempre es suficiente. Seguro te ayuda el enfocar hacia dónde te diriges. Actualmente, el 50% de nuestro equipo fundador está formado por mujeres, 60% de participación femenina en el equipo directivo y un 52% de representación femenina en general.
- Constantemente estamos al tanto del camino que tenemos por delante. Asistir a talleres, charlas y eventos sobre paridad de género nos mantiene alerta. En septiembre, antes de nuestra expansión a Latinoamérica, hicimos un taller de “Incorporación de la perspectiva de género” con nuestros socios de Ashoka, VC4A, Lefil Consulting, La Agencia Suiza para el Desarrollo y la Cooperación y New Ventures para asegurar nuestra corresponsabilidad.
Si bien somos conscientes de que construir un equipo con un alto porcentaje de representación femenina es más fácil siendo una empresa social, creemos que es posible para todo tipo de organización. Por lo tanto, si eres una startup o una multinacional de TI, también es posible, no solo siendo intencional, sino asegurándote de que la adquisición y retención del talento están alineadas con las realidades de las mujeres.
La estrategia de marketing: Tu estrategia de marketing y comunicación debe pensarse para dar la bienvenida a mujeres emprendedoras, mujeres con diversos orígenes y trayectorias de vida.
- Nuestros materiales de comunicación se revisan a fondo para detectar sesgos de género en el desarrollo, desde el sitio web hasta cada publicación en redes sociales. Aún cuando hemos cometido errores, como esa vez que tuvimos cancelaciones y terminamos con un panel de hombres blancos en tecnología para nuestro Día de la tecnología.
- En cuanto a nuestros eventos en los últimos meses, hemos aprendido a tener siempre más de una mujer invitada en nuestros paneles. Cuando solo tienes una confirmación femenina y por algún motivo debe cancelar, esto significa que te quedas con un panel únicamente de hombres.
- Las imágenes que utilizamos en todas nuestras presentaciones y materiales de comunicación provienen de galerías como The Gender Spectrum Collection, una biblioteca inclusiva creada por Vice y Nappy, un banco de imágenes con personas de raza negra y morenas para que todos se sientan incluidos y representados.
- Los testimonios y ejemplos que usamos se eligen estratégicamente para retratar a fundadoras en áreas en las que generalmente están subrepresentadas, como tecnología, energía o finanzas, por mencionar algunas.
- Para asegurarnos de que siempre estamos aumentando nuestro número de mentoras y modelos a seguir, llevamos a cabo campañas de exploración específicas a través de canales de publicidad digital.
Inicio del programa
El proceso de selección: Buscamos el potencial de las personas y no el riesgo en capital. No seguimos las formas tradicionales en que los Capitales de Riesgo analizan su flujo de transacciones.
- Tenemos un proceso de selección en línea transparente integrado en la plataforma Bridge for Billions. Nuestro proceso de postulación se centra en la solidez del proyecto del emprendedor, su motivación y la validación de su modelo de negocio.
- Nuestros Incubation Managers se aseguran de explicar la flexibilidad del programa en términos de compromiso para que todos sepan desde el principio que pueden trabajar a su ritmo y combinar con su horario habitual. Esto disminuye la cantidad de presión para todos los que hacen malabares con múltiples roles.
- Aunque solicitamos un nivel de estudios con fines de impacto, no se toma en cuenta durante el proceso de selección. Comprender la brecha anterior que enfrentan las mujeres en lo que respecta al acceso a la educación es clave, por lo que nuestro programa no requiere un MBA o experiencia previa en una startup.
El viaje de incubación
La tecnología patentada:
- Como sabemos, las mujeres están subrepresentadas en la industria tecnológica pero el tener una perspectiva de género dentro de nuestros desarrolladores es fundamental para crear un producto que sea consciente y se adapte a las realidades de las mujeres. Tener un socio como Adalab, que cuenta especialmente con un enfoque en la formación de mujeres desarrolladoras, nos ayudó a encontrar a María Sola, una de las integrantes de nuestro equipo de tecnología. ¡Y buscamos más!
- Aún cuando en la fase de adquisición nos aseguramos de tener suficientes mentoras como modelos a seguir para los emprendedores, la fase de matching se basa en la química y el valor dado entre el emprendedor y el mentor. Se eligen entre sí y esto les da a las mujeres emprendedoras la libertad de elegir a quien agregue más valor a sus startups.
- El hecho de que nuestra tecnología permita que el programa sea 100% en línea y se realice desde la comodidad del hogar o de forma remota, brinda a las mujeres fundadoras la posibilidad de recibir capacitación en emprendimiento mientras sortean la presión de cumplir con el rol de cuidadoras, ya sea cuidando a los niños o adultos mayores. Crear una estructura de programa que no excluya a las mujeres por su falta de flexibilidad es fundamental.
Cierre y Evaluación
- Hacer las preguntas correctas como la cantidad de fundadoras y cofundadoras, si han recibido apoyo o financiamiento anteriormente y sus desafíos específicos, te ayuda a ver tus puntos ciegos y optimizar para eso. Una vez que sepas lo que está sucediendo, podrás abordar sus puntos débiles.
- Aunque los datos demográficos como el género y la etnia se reciben a través del proceso, estos solo se utilizan en para un análisis de impacto y no como un requisito o limitación para que puedan acceder al apoyo.
¿Dónde empezar?
Luchar contra la disparidad de género en el ecosistema emprendedor no radica estrictamente en el número de mujeres fundadoras que apoyas siendo una organización de apoyo al emprendimiento, universidad, entidad pública, corporativa o Capital de Riesgo, sino también en cómo las haces sentir bienvenidas e incluidas en un ecosistema que naturalmente las rechaza, cómo lass apoyas y qué tan comprensivo y flexible eres con sus realidades.
Un punto de partida sería desafiarte a ti mismo y a tu organización sobre los esfuerzos que estás haciendo para comprender esas realidades. Necesitas darte cuenta de lo que no sabes para poder aprender, cambiar y mejorar. Entonces, sal de eso, recopila datos, aprende y reflexiona sobre ellos. Después de eso, actúa para asegurarte de que las mujeres emprendedoras tengan acceso a las mismas oportunidades que los hombres emprendedores han disfrutado hasta el día de hoy.
Ya sea que estés creando la arquitectura de tu programa, estableciendo los criterios de selección, hasta cómo las acompañas durante el viaje del emprendimiento y las ayudas a asegurar oportunidades de financiamiento. Todo cuenta para impulsar, motivar y guiar a las mujeres fundadoras en la creación de empresas resilientes que reconstruirán nuestras economías y sociedades.
Si bien este es un desafío al que se enfrentan las mujeres en el ecosistema del emprendimiento -y en su vida cotidiana- el problema de raíz es histórico y está tan arraigado en nuestras realidades que para abordarlo realmente debemos pensar de manera sistemática. Incluir a las mujeres en el sistema educativo, el mercado laboral, en el cambio de políticas públicas, en los roles de toma de decisiones y en industrias dominadas por hombres como la de Capitales de Riesgo para corregir esta brecha de género de la A a la Z.
Es responsabilidad de todos hacer de este mundo un lugar donde la igualdad de oportunidades sea una realidad, independientemente del género, la raza, la cultura, la religión, la orientación sexual o la educación.
¿Por qué nos importa?
Bridge for Billions apoya a más mujeres emprendedoras que el promedio de incubadoras de empresas. Este éxito se ha basado en hacer del equilibrio de género una agenda prioritaria y en incorporar una perspectiva de género en todas nuestras operaciones y estructura organizacional. Hasta la fecha, hemos apoyado a 717 mujeres fundadoras a través de varias iniciativas con nuestros socios, pero estamos especialmente orgullosos de nuestros programas totalmente enfocados en apoyar a mujeres fundadoras.
Al asociarnos con Coca-Cola en su programa “Gira Mujeres”, apoyamos a 30 emprendedoras de zonas rurales de España en el desarrollo de sus propios negocios y Coca-Cola desencadenó la conversación sobre la innovación femenina con los ayuntamientos locales. A través de nuestra asociación con Ashoka Filipinas, apoyamos a 40 emprendedoras sociales mediante la creación de “Women Together for a Better Normal”, un programa en el que las mujeres fundadoras fueron capacitadas y orientadas hacia nuevos modelos comerciales. El objetivo era ayudarlas a construir negocios sólidos, capaces de pivotar y prosperar en mercados impactados por el COVID-19. Y por último, pero no menos importante, al crear Kinaya Labs, trabajamos con 20 emprendedoras de Senegal en la construcción de nuevas soluciones para impulsar la innovación en la región.
Todavía tenemos un largo camino por recorrer y definitivamente hay áreas de oportunidad, pero con estos cambios conscientes en nuestra arquitectura y socios increíbles, ahora podemos decir que el 46% de los emprendedores que hemos apoyado son mujeres.
Contáctanos si deseas crear tu propio programa de innovación para atacar y reducir la brecha de género en el ecosistema del emprendimiento.